Convivencia
en el aula:
Hay
que hacer consciente al alumnado y con ello tratar de ir poco a poco
erradicando aquellas manifestaciones concretas de lo que, según los
casos, son muestras de mala educación, falta de observación, formas
de desprecio y desconsideraciones hacia su persona y los demás, ...,
y que -lamentablemente- es frecuente encontrar en clase, y que en
líneas generales serían:
- Hacer ruidos con la boca.
- Hablar con una o dos manos delante de la boca.
- Chuparse el dedo, cordones de chándal, lápices, pelo, objetos varios (mesas, ...).
- Arrastrar los pies al andar.
- Sonarse en la manga.
- Hurgar la nariz con hallazgo, o no, de inquilinos.
- Estornudar con estrépito.
- Masticar a mandíbula batiente -chicles, gomas, ...- , con el consiguiente ruido.
- Comer en clase. Tener la comida del recreo en la mesa.
- Estirarse en clase.
- Bostezar sin ningún tipo de cuidado ni miramiento.
- Quedarse con la boca abierta.
- Distraerse con revistas, tebeos, ...
- Distraerse y crear molestias con aparatos electrónicos que emiten sonido: alarma de relojes, videojuegos,...
- Distraerse y crear molestias con utensilios varios: cerbatanas con bolígrafos, punteros láser, linternas, espejos -relojes- que proyectan reflejo a personas o cosas.
- Distraerse y crear molestias con otros medios: golpeando a compañeros -collejas-, escupir, soplar en la oreja a otros.
- Sentarse de cualquier manera (sobre uno o dos pies, a modo de butaca, ...). Escribir con una mano bajo la mesa.
- Saltar por encima de las mesas.
- Arrastrar sillas, mesas y demás mobiliario.
- Hablar en clase.
- Hablar a gritos, aunque la otra persona esté muy próxima.
- Estropear la ropa propia o de otros (pintándola, ...).
- Hacer ruidos molestos e innecesarios: al sacar los lápices u otros utensilios, golpear estuches, dar con el pié en la silla o mesa repetidamente, ...
- No pedir ni guardar turno de palabra: hablar cuando les parece.
- Interrumpir -cuando se les antoja- la marcha de la clase.
- Devolver improperios y otras frases malsonantes -incluyendo groserías- como respuesta a algún requerimiento.
- Iniciar o responder a polémicas improductivas entre compañeros -habitualmente conteniendo insultos-.
- Hablar más o menos fuerte y hasta gritar cuando se va por los pasillos sin tener en cuenta que se está dando clase en otras aulas.
- Contestar con insolencia, con comentarios despectivos o con irreverencia al maestro/a, manifestando una falta de respeto hacia su persona, incluyendo amenazas -más o menos veladas-.
- Levantarse de su sitio con toda frescura -sin motivo o con “motivos” poco rigurosos o justificables-.
- Utilizar motes o sobrenombre en sus relaciones con compañeros.
- Reírse de los demás cuando no aciertan o no les salen bien las cosas.
En
definitiva, hay que pensar más en los demás y darse cuenta que
nuestras actitudes y comportamientos tienen consecuencias, no siempre
deseables.